Cuando Te Tropiezas Con un Negocio

Hay piensan en tener un negocio y se preparan para cuando tengan la oportunidad pero, ¿qué pasa cuando la oportunidad se aparece de improviso?

Rogelio Rodriguez
27 de April · 604 palabras.

🕘 Resumen

El artículo relata la historia de una mujer que, por casualidad, se adentró en la industria del negocio de empanadas. A pesar de no haber considerado previamente la idea, enfrentó su nueva empresa con una actitud positiva y perseverante. Este escenario es una situación común que muchos emprendedores atraviesan en su camino hacia la creación de una pequeña empresa. Muchos no están preparados para enfrentar los nuevos desafíos que surgirán después de haber comenzado su empresa. Sin embargo, existen soluciones para aquellos que se encuentran en esta situación. Una opción es estudiar los pequeños negocios a través de capacitación especializada y lectura de libros recomendados. En estos materiales, los conceptos se presentan desde una perspectiva para principiantes y se proporcionan sugerencias que pueden ayudar al éxito de la empresa. Aunque puede ser difícil al principio, aquellos que están dispuestos a trabajar duro y perseverar descubrirán que la recompensa es conseguir la independencia financiera y personal.

Algo que a veces pasa es que de pronto te encuentres en un lugar al que no querías llegar, para el que no tienes equipo o preparación, pero que se ve muy bueno.

A veces vas al cine pero a todo mundo se le ocurre ir a la playa y estás con tu ropita “de salir” llenándose de arena y con ganas de traer algo con qué meterte al agua.

Además de este tipo de cosas relativamente comunes, hay algunas personas que de pronto se encuentran en medio de un negocio.

En una ocasión que estábamos de vacaciones, fuimos a visitar a una amiga que teníamos varios años de no ver. En cuanto entramos a su casa estaba en un delantal, sudorosa y dando instrucciones a 3 empleadas.

Tenía que sacar 250 empanadas para la tarde.

De hecho, era el mínimo que sacaba todos los días. Cuando le pregunté cómo empezó, me dijo que solo llevó unas cuantas para una reunión a la que la habían invitado y que de ahí empezó con unos pedidos.

Lo gracioso es que nunca había pensado en poner un negocio. Los pedidos que surtió fueron más como un favor hacia la persona que se los pidió que para sacar ganancia (aunque les ganaba bastante bien).

Y de pronto, después de unas semanas, ya estaba lidiando con muchos pedidos para eventos, sin contar las que hacía todos los días para vecinos y clientes que pasaban por las tardes.

Como muchas personas, la señora estaba en aprietos. Prácticamente se había tropezado con el negocio y no estaba preparada. Su horno muy apenas se daba abasto y había contratado al personal por la desesperación, sin saber exactamente cómo hacerlo.

Estaba en problemas para mantener el negocio, pero después de ver sus ganancias y la posibilidad de ser independiente, ya no quería dejarlo. Solo necesitaba dónde empezar.

Muchas de las personas que se tropiezan con un negocio están en la misma situación: todo llega de golpe y no están preparadas para ello. Lo bueno es que tiene solución:

Estudia los pequeños negocios. Existen muchos libros y cursos específicamente hechos para llevar un pequeño negocio. En estos te ponen las cosas a nivel de principiante y te dan la información suficiente para empezar con el pie derecho.

No es necesario sacar maestría; a fin de cuentas, vas empezando.

Busca ayuda profesional. Cuando empiezas un pequeño negocio es común que quieras hacer todo, no solo porque el presupuesto es limitado sino que también piensas que puedes con todo.

Hay quienes se dedican a ayudar a pequeños negocios, cobran barato y saben lo que necesitas. Concéntrate en el negocio y en ganar dinero, no en las minucias que tal vez ni sabes cómo manejar.

Legalízate. Cuando te tropiezas con un negocio, es común que no tengas permisos, registros ni papelería listos. Aunque no pasa nada por un tiempo, asegúrate de que tienes todo en regla cuando empiece a llegar el dinero.

Perder el negocio o tener que pagar multas es algo muy pesado para quien va empezando y no te va a gustar hacerlo cuando ya le estás viendo futuro.
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Hay quienes siempre buscan un negocio y se preparan para él, pero a muchos simplemente se les presenta la oportunidad de repente.

Si eres de estas últimas personas, no te dejes intimidar. Siempre será mejor tener mejores opciones, especialmente en esta economía.

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