Comer Bien en París: Segunda Parada en Chez Tante Alice
Comer bien en París: en esta segunda entrega de mi nueva serie de artículos, te presento a Tante Alice, un restaurante de calidad que merece un lugar en el panteón de la cocina provincial francesa. Yummy!
Edwin Ramires
13 de July · 1477 palabras.
13 de July · 1477 palabras.
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🕘 Resumen
El artículo describe la experiencia gastronómica en Chez Georges, un restaurante francés con una increíble cocina y una excelente reputación. Después de disfrutar de una comida satisfactoria, el autor es invitado a cenar en Tante Alice, un lugar desconocido que llevaba un nombre no familiar. A pesar de sus dudas iniciales, Tante Alice impresiona al autor con su ambiente acogedor y una decoración moderna. El menú también resulta refrescante, con una variedad de platos que gustan a todos los comensales. Aunque algunos detalles pueden parecer anticuados, como el bigote de la tía Alice, el restaurante ofrece una experiencia gastronómica memorable y reconfortante. La visita a Tante Alice muestra que a veces es interesante salir de la zona de confort y probar lugares nuevos, ya que pueden sorprender gratamente a los comensales. Muchas veces, las expectativas se superan por la realidad del lugar.La vida después de Chez Georges
En un artículo escrito antes de la ′Comer bien en París "el tema, he descrito la grandiosa experiencia que tuve en" Chez Georges ". Los propietarios de Chez Georges llevar la bandera de la cocina francesa con orgullo, y su número es excepcional.
Después de una comida tan gratificante que me preguntaba que podría aceptar el reto de conseguir mis papilas gustativas tan emocionado. Rescate llegó en la forma de una invitación a cenar con mis compañeros en el crimen, Angelo y Vinni.
"Para Tantalis", fue su grito de batalla.
Tantalis ... o no
Tantalis. Con un nombre que no sabía qué esperar realmente. Tantalis no significa nada en francés. Sonaba como una palabra acuñada, compuesto quizá para ponerse un conjunto de Nouvelle Cuisine. Para mí, la Nouvelle Cuisine significa bombo producto, muy poca sustancia, y los dólares de alta. No es tan prometedor. Sin embargo, me manifestaron su pabellón, pensando que sabría mejor.
Al llegar a la escena me di cuenta que había cometido un error en mis hipótesis lingüísticas: Tantalis no era en absoluto - Tante Alice que había sido siempre.
Ahora, Tante significa tía Alice francés, así que la tía. Alice es uno de los nombres que las niñas solían recibir en la década de 1930, pero que muy pocas personas se atreven dar su rama en la actualidad. Tía Alice trae de vuelta las imágenes de la relación de edad de las regiones selváticas, adornadas con una improbable (y feo) el bigote, pero dotado de un corazón maternal de oro. El tipo de tía que usa para servirle a usted ya sus amigos deliciosa mermelada casera de bayas en grandes rebanadas de pan fresco en la final de un día a mediados de verano.
Fuera y dentro
Allí estábamos, en la puerta de Tante Alice. Desde el exterior, el lugar tiene una impresión favorable. El edificio es moderno, el letrero del restaurante por encima de la puerta se dibuja en una fuente clásica, en un color rojo oscuro burdeos. El ambiente de la calle es agradable, con numerosas tiendas de aspecto limpio. Estamos en la sección sur del distrito 10, a unos 10 minutos a pie de la Place de la République.
Los clientes que entran en el lugar frente a la barra de madera. La decoración de buen gusto, parece simple. El uso abundante de la madera y el mantel de Vichy estilo me recordó a una posada de Normandía. Aunque el restaurante no es que las tablas grandes y están lo suficientemente alejados unos de otros que se sienten cómodos teniendo una conversación privada con su media naranja o el interés del amor.
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Fuimos recibidos por uno de los dos dueños del restaurante, y rápidamente llevó a nuestra mesa. Hay una habitación de arriba segundo, lo que me dijeron que se utiliza a la hora del almuerzo, cuando los empleados de las empresas vecinas invaden el lugar. Fue alrededor de las 7:30 pm, y en este momento la primera planta opera a 80% de capacidad. El nivel de ruido era muy aceptable, los usuarios locales se quedaron callados.
Orden
Cuando nos sentamos nuestra anfitriona nos entregaron el menú y preguntó si queríamos empezar con el aperitivo, la bebida ligeramente alcohólica que los franceses consumen por lo general justo antes del almuerzo y la cena para abrir el apetito. Yo pedí un Kir Royal, una mezcla de crema de cassis y champagne. Los propietarios de Chez Tante Alice ofrecer su propia versión de un cóctel de menta, que mi amigo Vinni ordenado.
Menú Tante Alice es simple, con una selección de 5 a 7 las tarifas por sección. Cada plato en el menú de la cocina explica terroir francés, a saber. cocina tradicional del campo. Para aperitivo opté por un plato de la sartén setas (Boletus). Mi plato principal será un manjar refinado: un filete frito de hígado de pato.
Mientras tomábamos en nuestro aperitivo, nuestra anfitriona segundo llegó a tomar nuestra orden. Ella era el jefe de cocina, y ella se prestó amablemente a nuestras preguntas. La señora es de un buen consejo.
¿Nos quiere vino? Sí, por favor, media botella de una luz roja o Chinon Reuilly-ambos son vinos de la región de Touraine-para acompañar nuestros platos. El chef señaló que el que había elegido era el más caro, y puede ser que desee volver a tener en cuenta. Una actitud muy honesta vale la pena mencionar en un negocio conocido en el rastrillo de grandes ganancias en los pedidos de vino. Elegimos a pegarse a nuestra media botella de tinto Chinon sin embargo.
Aquí viene la comida
Tuvimos un montón de negocios para discutir acerca con mis amigos, así que no nos mantenemos nuestros ojos en el reloj. Probablemente fue la mejor, ya que Tante Alice tiene un ritmo propio. Usted no debe esperar récord de velocidad de servir. La comida se prepara en el orden, así que todo tiene un poco de tiempo. Mi aperitivo llegó justo cuando estaba empezando a tener hambre.
El olfato y la vista son los primeros sentidos que se utilizan para evaluar a su comida. Setas frescas deben tener un olor a tierra muy fuerte y el gusto. De hecho lo que tenían. Y su mirada era deliciosa. Mi porción es voluminoso, algo de una sorpresa. Ir a un restaurante en la campiña francesa y por el mismo precio que pagaría en París, te sirven tres veces la cantidad de alimentos. La parte yo estaba mirando valió la pena cada centavo que se paga por ella.
La prueba del budín está en comerlo. Mis setas eran sabrosos, con tonos de tierra y madera. Ellos eran la sartén a un negro claro, y tan jugosa como debe ser. Un sorbo de luz, el vino tinto afrutado les ayudó a ir abajo en el estilo. Lo que un comienzo satisfactorio!
El plato fuerte
Nuestra entrantes vinieron por no mucho tiempo después de haber limpiado los platos limpios.
La carne frita de hígado de pato es un manjar campiña francesa. Recetas varían de un chef a chef, pero, básicamente, las caídas de cocinero en el hígado de pato cruda en la harina, sartenes ambos lados en aceite por menos de un minuto (el filete no se puede quemar), y luego pone la carne se fríe un lado, la tira a la basura aceite, vierta un poco de vinagre de frambuesa o balsámico en la sartén, y la reduce, a continuación, agrega una base y una nuez de mantequilla, y trae esta salsa a ebullición corto. La salsa se extiende sobre la carne.
Si se preparan correctamente con excelentes materias primas, el filete de hígado de pato se derrite en tu boca. Tanto es así que ni siquiera tiene que masticar. Su gusto refinado puede ser vencido, por lo que se sirve con los lados de luz, tales como corazones de alcachofa, chutney de mango, pasas cocidas y rebanadas de manzana o ciruelas secas.
Chef Tante Alice tiene una mano muy buena, y su filete frito de hígado de pato a la altura de las expectativas. Su sabor es delicado, y se derretía en la boca sin piezas masticables. El Chinon era una buena opción para acompañarlo. Algunas personas prefieren un vino blanco, como un Gewurtztraminer (un vino de Alsacia), un Loupiac o Sauternes (suroeste y los vinos de Burdeos, respectivamente).
Postre y compruebe por favor
Para terminar esta comida satisfactoria con una nota fría, le ordenó a 3 cucharadas de vainilla y helado de café. El menú se describen los sabores de vainilla y café en términos de su curiosidad, pero no puede ser excitados. Yo no iba a ser decepcionado: el café realmente sabía a café (no como el regaliz), y la vainilla tenía un sabor natural muy rico. Tuve un espresso doble para rematar.
El cheque llegó a alrededor de € 35 por persona ($ 43), vino incluido. Por una hazaña por la noche, este precio era muy razonable. La comida después de la era perfecto, no hay problema de digestión. Los productos eran frescos, y nuestros dos azafatas nos ha concedido la cantidad adecuada de la atención durante la comida.
Chez Tante Alice es un restaurante que puedo recomendar sin pensarlo dos veces.
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