Plantas Medicinales para la Humanidad

Las plantas medicinales curan incluso en los casos en que otros medios fallan. Por eso quieren vivir en estrecha afinidad con el hombre, prosperando cerca de su casa. Crecen por doquier, pues quisieran a toda costa servir al hombre para así' poder cumplir la misión a la que fue encargada.

Andrea Meissa Bes
23 de October · 434 palabras.

🕘 Resumen

El artículo habla sobre el papel de las plantas curativas en la salud humana y cómo siempre han estado presentes en la vida del hombre. Las plantas curativas siempre han surgido en las cercanías de las residencias humanas y se cree que las plantas han recibido el encargo de cuidar y servir al hombre. Hay alrededor de cuarenta especies distintas de plantas curativas que pueden encontrarse cerca de las viviendas humanas, incluyendo la ortiga y el amargón. A pesar de que las plantas son ricas en nutrientes y elementos necesarios para la salud, el hombre las desprecia y las utiliza muchas veces como alimento para animales o simplemente las pisa sin darle importancia. Las plantas curativas pueden curar incluso en casos donde otros medicamentos fallan por lo que es importante tener una relación estrecha con ellas y dejarlas crecer cerca de nuestras casas. La Naturaleza es una maravillosa farmacia cuyas medicinas se renuevan cada año, principalmente en primavera. Las plantas curativas y la tierra curativa son factores fundamentales para la curación natural del cuerpo humano.

Todo cuanto se ha creado tiene un especial significado y un fin bien determinado. Por consiguiente, también las plantas se encuentran en este caso. No cabe la menor duda de que Dios las creó y las hizo crecer para el hombre, de lo cual podemos deducir que mientras haya hombres habrá plantas. Es un hecho que donde viven hombres, crecen vegetales alimenticios y plantas curativas. Está comprobado que cuando los hombres fundan una colonia en medio de la Naturaleza, pronto aparecen allí plantas curativas. Estas plantas curativas que van surgiendo en las cercanías de las residencias humanas son en número de, aproximadamente, cuarenta especies distintas. Entre ellas, destacan la ortiga, el amargón, etc., y otras especies vegetales que el hombre necesita de preciso para permanecer sano o para recuperar la salud.

Parece como si las plantas hubiesen recibido el encargo de montar guardia junto a las viviendas de los hombres, para servirles. Las plantas con muy humildes, pues aunque son tan ricas en todos los elementos que el hombre necesita para estar sano, se parecen a un pobre mendigo que pide humildemente que el hombre le abra las puertas de su casa. Pero el hombre, generalmente las desprecia, las deja para comida de los animales, o él mismo las pisa.

Su tarea es siempre la misma: purificar, reconstruir y curar.

Las plantas medicinales curan incluso en los casos en que otros medios fallan. Por eso quieren vivir en estrecha comunión con el hombre, creciendo cerca de su casa. Crecen por doquier, pues quisieran a toda costa servir al hombre para así′ poder cumplir la misión a la que fue encomendada.

La multiplicidad de las medicina tradicional en la maravillosa farmacia de la Naturaleza que se renueva cada año, principalmente en la primavera, es tan grandioso que podría envolver el hombre entero, de pies a cabeza, poniendo cada planta en su lugar correspondiente para curar una determinada enfermedad.

La tierra curativa y las plantas medicinales son dos fundamentalísimos factores de curación naturales necesarios para el hombre que desea sanar su cuerpo siguiendo estrictamente las leyes naturales. El hombre necesita ambos factores, ya que él mismo es un pedazo de tierra, pues del barro fue creado.

Por esto, en el cuerpo humano tienen que estar contenidas las principales sustancias de la tierra, sobre todo las sales minerales, principalmente: cal, hierro, silicato (sustancias silicíferas), azufre, magnesio, manganeso, hierro, yodo, sodio, potasio,etc.

Los remedios caseros que están en estrecho contacto con la tierra, contienen estos principios minerales indispensables para la salud del hombre.

FUENTE: Remedios Caseros

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