Represión E Identificación de la Ira

Este artículo da la oportunidad de poder reconocer y manejar emociones como la IRA, con la que se le puede causar mucho daño a los seres que más queremos.

Maria Davidson
Maria Davidson
20 de March · 639 palabras.
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🕘 Resumen

El artículo hace hincapié en los riesgos de reprimir emociones, especialmente la ira, que pueden tener efectos negativos en la salud psicológica, física y social de las personas, e incluso poner en peligro sus relaciones personales y su vida. La única forma de sacar la ira es dejándola salir, ya que reprimirla solo conduce a que se acumule energía psíquica y se manifieste en momentos inapropiados y potencialmente dañinos. La ira no expresada puede también manifestarse de forma encubierta o en forma de síntomas físicos, lo que puede conducir a enfermedades graves y posiblemente terminar en una muerte prematura. Por lo tanto, es importante identificar la ira, entender sus causas y encontrar una forma saludable y segura de expresarla. En última instancia, es elección de cada persona decidir si quiere dejar salir sus emociones reprimidas o asumir las consecuencias de no hacerlo.
Cuando reprimir nuestras emociones y especialmente la ira puede puede causar una serie de daños sicológicos, físicos, sociológicos que pueden literalmente terminar terminar nuestra vida y la de los seres querídos que nos rodean.
Para sacar la IRA de nuestras vidas, hay una sola manera de hacerlo, y es dejarla salir. Cuando alguien la reprime en lugar de expresarla, la ira queda sepultada en el inconsciente, y a medida que pasa el tiempo cada vez se necesita más y más energía psíquica para mantenerla sepultada. Pero por mucha energía que se invierta en reprimirla – o por muchas copas, drogas, cigarrillos, masas o kilos de helado que se consuman en el intento – la ira se abrirá paso y se manifestará en un momento dado. Cuando ello ocurre, por lo general la ira irrumpe de un modo que puede causar daños graves y perdurables a las relaciones personales.
La ira a la que no se le da expresión abierta y directa puede también expresarse en forma encubierta. La ira encubierta se dirige al blanco correcto, pero de una manera muy sutil y disimulada.
Cuando no se expresa directamente, también puede transformarse en síntomas físicos. Las erupciones, los dolores de cuello y espalda, las úlceras, los problemas digestivos crónicos, el insomnio, pueden ser resultado de la ira acumulada. La ira contra uno mismo en particular, es la que más probabilidades tiene de transformarse en síntomas físicos. Y desafortunadamente esos síntomas físicos causados por la ira represada pueden llegar a acabar con nuestra existencia, pues se nos puede desarrollar un lupus, cáncer o cualquier tipo de enfermedad del sistema inmunológico atacándonos nosotros mismos.
Así que como ves es decisión nuestra el qué es lo que queremos hacer con esas emociones reprimidas como la ira, o bien dejarla salir o bien asumir las consecuencias de no afrontar nuestras emociones y posiblemente terminar muy mal.

Identificar La Ira.
Para identificar la ira, es importante que te sientes e identifiques las causas de la misma y encuéntrale el sentido.
El Objetivo Es Completar Su Comprensión Y Aumentar Su Control.
La IRA es un sentimiento que forma parte de la vida, seguramente no lo va a evitar totalmente, pero si aprende a manejarlo con naturalidad éste no lo debilitará.
Considere las siguientes preguntas, tome un cuaderno y un lápiz para anotar las respuestas a las siguientes preguntas:
• ¿Cuál es el motivo de su ira?
• ¿Ha expresado anteriormente esta ira? ¿Cuándo? ¿Por qué eso no solucionó el problema?
• ¿Quién lo ha herido?
• ¿Se lo dijo a el/ella? Si no lo hizo ¿a qué se debe?
• ¿La persona le permitirá manifestar su dolor libremente o usted tendrá que pagar por ello?
• ¿Por qué tolera una relación que lo limita?
• Escuche la voz que describe la ira ¿Está expresando todos los sentimientos que experimentó el narrador? ¿Qué parte de sentimiento está ocultando? ¿Por qué?
• ¿Qué teme esta persona al expresarse: el rechazo, la pérdida de control, el ridículo? ¿Cuán reales son estos temores? Sea específico/a.
Luego considere estos puntos:
• ¿Se repite especialmente alguna causa de enojo?
• De ser así, ¿Por qué permite que continúe el dolor?
• ¿Qué le impide actuar para protegerse?
• ¿Qué diría o haría si pudiese hacer exactamente lo que deseara?
• ¿Cuáles serían las consecuencias? ¿Está seguro?
Después de contestarse estas preguntas, analice si realmente vale la pena enfermarse o perder a quienes te aman por no dominar esas emociones como la ira; y ten en cuenta que cuando tomes las riendas de tú vida e identifiques que es lo que te produce esas emociones, podrás vivir mejor.
Tu Amiga,



María Davidson M.
Dominar La IRA

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