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Sillas Eléctricas a Motor

Las sillas de ruedas con motor incorporado se han vuelto cada vez más populares y le hacen la vida más fácil a cientos de miles de personas con discapacidad.

Dani Garcia
Dani Garcia
24 de July · 422 palabras.
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🕘 Resumen

Las sillas de ruedas eléctricas se han convertido en una ventaja fundamental para muchas personas con discapacidades, ya que les brindan mayor movilidad y suplen la dificultad de mover una silla de ruedas manual. Además, su uso se ha extendido al hacerse más accesibles económicamente para el público. Desde su creación en 1595 para el rey Felipe II de España, la silla de ruedas ha evolucionado significativamente. En el siglo XX, con la introducción del primer modelo moderno y ligero, comenzó a popularizarse en hospitales de Europa y Norteamérica. La adición de un motor permitió que la silla de ruedas se convirtiera en una silla de ruedas eléctrica, lo cual brindó mayor movilidad y autonomía, especialmente para veteranos de la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, se han desarrollado diferentes modelos para distintas clases de discapacidad, con control manual o joystick, elevación de la barbilla, reclinación, mecanismos de inclinación y reposacabezas. También existen sillas controlables con la barbilla para usuarios que no pueden utilizar las manos. Al igual que los automóviles, las sillas de ruedas eléctricas pueden ser de tracción delantera o trasera o a las cuatro ruedas, ofreciendo distintas ventajas en cuanto a ángulos de giro y maniobrabilidad. Finalmente, cabe destacar los modelos portátiles, ideales para transportarse en autobuses o aviones. En resumen, las sillas de ruedas eléctricas son una valiosa herramienta para mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad, proporcionándoles una mayor independencia y libertad de movimiento.
Las sillas de ruedas eléctricas o a motor han venido a aportar una ventaja fundamental para aquellas personas con discapacidad que no pueden de mover una silla de ruedas manual o que necesitan cubrir unas distancias o tipos de terreno que le serían fatigosos. Pueden ser útiles por tanto no sólo para personas con inmovilidad en las piernas sino también para quienes tengan un grave problema cardiovascular o de fatiga.
Por otro lado, su utilización de un tiempo a esta parte se ha vuelto más común al hacerse más accesibles económicamente para su público.

La silla de ruedas ha sido desde sus orígenes un invento maravilloso para las vidas de millones de personas con diversas discapacidades. Quizá la primera fue la que se creó en 1595 para el rey Felipe II de España, pero no fue hasta el siglo XX que se empezó a popularizar. Fue a partir de 1933, en que el primer modelo moderno (ligero, de acero y plegable), empezó a utilizarse en los hospitales de Europa y Norteamérica.

Al añadirle un motor, el inventor canadiense George Klein consiguió dotarla de mayor movilidad y autonomía. Era la silla de ruedas eléctrica, que fue usada primeramente por veteranos de la Segunda Guerra Mundial, y que ha permitido desde entonces a cientos de miles de personas disfrutar de un grado de movilidad sin precedentes. Más de medio siglo después, hay diversos tipos de sillas de ruedas autopropulsadas, pensadas para distintas clases de discapacidad. Entre sus propiedades cabe destacar el control manual o joystick, elevación de la barbilla, reclinación, mecanismos de inclinación y reposacabezas. Para usuarios que no puedan utilizar las manos existen sillas controlables con la barbilla.

Al igual que sucede con los automóviles, existen sillas eléctricas de tracción delantera o trasera, o a las cuatro ruedas cuya ventaja está en que permite ángulos de giro más reducidos. También cabe destacar los modelos portátiles, ideales para su transporte en autobús o en avión.

Por último, al hablar de las sillas de ruedas eléctricas, cabe mencionar también los recientes scooters eléctricos para discapacitados, pequeños vehículos de cuatro ruedas que facilitan un movimiento más ágil que las sillas en zonas exteriores (aceras, parques, etc.). No obstante, no todos los usuarios las encontrarán apropiadas ya que requieren cierta fuerza y movilidad en el tronco para manejarse con destreza.

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