El Petroleo y el Plastico
Las crisis de 1982 y de 1995 consolidaron la liberalización y la apertura comercial según los principios del Consenso de Washington, y pusieron a la petroquímica en el centro del debate. Durante esa época la iniciativa privada, creció mucho en el desarrollo de la petroquímica secundaria.
Pepe G
19 de September · 430 palabras.
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🕘 Resumen
Petróleos Mexicanos (PEMEX) tiene la capacidad de producir hasta 20 millones de toneladas de petroquímicos, pero trabaja a menos de la mitad de esa capacidad e importa millones de dólares en derivados. Incluso el proyecto Fénix de PEMEX para elaborar 1.2 millones de toneladas de resina sólo pudo abastecer 300 mil toneladas debido a las dificultades para integrar a la iniciativa privada en el ramo. Muchas de las importaciones en aumento son de materia prima básica que podría generarse internamente. El ingeniero José Felipe Ocampo ofrece un amplio debate sobre la pertinencia del sector privado en la petroquímica básica nacional. Según él, desde el sexenio de Adolfo López Mateos ha habido privatizadores tanto dentro del gobierno como en la iniciativa privada que han presionado para la liberalización y la apertura comercial en la petroquímica. Ocampo asegura que el plan del gobierno de abrir a sectores de la petroquímica al capital privado para lograr un desarrollo rápido ha sido un mito. En su lugar, defiende la idea de una integración público-privada en la que PEMEX y la iniciativa privada trabajen juntos.José Felipe Ocampo (2006) ofrece un debate amplio acerca de la pertinencia del sector privado en la petroquímica básica nacional. Para este ingeniero destacado y defensor ferviente del petróleo mexicano, que trabajó en PEMEX por muchos años, no es nuevo el conflicto de intereses entre el Estado y la iniciativa privada para la elaboración de químicos básicos.
Desde el sexenio de Adolfo López Mateos, hubieron privatizadores en el propio gobierno, entonces se vendió una planta de polietileno de Reynosa, Tamaulipas, a la empresa Poli–Rey, con Imperial Chemical Industries como accionista principal (Ibid., 122).
Según Ocampo, el sexenio de Luis Echeverría Álvarez, caracterizado por su nacionalismo profundo, logró detener el proceso. Sin embargo, las crisis de 1982 y de 1995 consolidaron la liberalización y la apertura comercial según los principios del Consenso de Washington, y pusieron a la petroquímica en el centro del debate. Durante esa época la iniciativa privada, creció mucho en el desarrollo de la petroquímica secundaria, generando el momento propicio para presionar sobre la industria básica, bajo el control de PEMEX. Parte significativa de esta presión, se originó en las empresas transnacionales, cuyos intereses consisten en ampliar sus posesiones en el ramo.
Él asegura, que es un mito el plan del gobierno de abrir a sectores de la petroquímica al capital privado, para lograr un desarrollo rápido y estar en condiciones de abastecer con prioridad al mercado nacional, cada vez más dependiente de importaciones, sobre todo tipo de polímeros. En verdad, cuando el gobierno dejó de invertir, los particulares también lo hicieron (Ibid., 127–129). A su juicio, es una estratagema para justificar la privatización de la petroquímica básica nacional y a la larga, la industria petrolera. Entonces, la naturaleza del modelo de crecimiento económico, puesto en la práctica después de 1982, acrecentado con la crisis financiera de 1995, aumentó la dependencia de esta industria de importaciones provenientes de Texas, de Estados Unidos y del resto del mundo.
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