¿Cómo Funcionan los Abonos?

Todos conocemos los abonos para plantas. Pero realmente ¿cómo funcionan? Más detalles en este articulo.

Marie Thellier
24 de October · 369 palabras.

🕘 Resumen

El uso de abonos es esencial para proveer a las plantas de todos los nutrientes necesarios para su crecimiento y floración. Existen dos tipos de abonos, los orgánicos y los inorgánicos. Los abonos orgánicos son obtenidos a partir de restos vegetales, estiércol y residuos de animales. Tienen una acción de reacción más lenta, pero no queman las hojas de las plantas y ofrecen alimento por un período de tiempo mayor. Los abonos inorgánicos son más comunes debido a que se disuelven con mayor rapidez y actúan de manera más rápida en el suelo. Los fertilizantes pueden ser adicionados al suelo de diferentes maneras, tales como disolverse en agua y luego rociar la planta, o aplicarse directamente al suelo. Hay también bioactivadores o vigorizantes usados como complemento del abono para estimular el crecimiento en situaciones climáticas desfavorables o en situaciones de plagas. Es importante conocer bien cada tipo de abono y sus características para poder elegir el más adecuado para cada planta y situación.

Si bien es cierto que las plantas obtienen sus nutrientes del suelo, del sol y el agua, hace falta reforzar estos nutrientes con la ayuda de los abonos. Los abonos, son sustancias que se añaden al suelo para proveerlo de todos los nutrientes necesarios, proporcionan macro y micronutrientes esenciales para que se produzcan los cultivos, y así las plantas se alimenten, crezcan y florezcan.

Los abonos o fertilizantes para plantas pueden ser orgánicos o inorgánicos, los primeros pueden ser de origen vegetal, animal o pueden estar mezclados. Tienen una acción de reacción más bien lenta, ya que esto dependerá del tipo del suelo, pero compensan esto ofreciéndole a la planta alimento por mucho más tiempo y no quemando sus hojas. Algunos de estos abonos son: el compost, se obtiene a partir de restos vegetales, estiércol que puede ser de caballos, vacas, chivos, etc. Residuos de animales, como los huesos triturados, pezuñas y cuernos, entre otros.

Los inorgánicos son comúnmente más usados, debido a que se disuelven con más rapidez en el suelo y así mismo actúan. Algunos de ellos son: abonos nitrogenados, abonos potásicos, abonos fosfatados y una gran variedad de estos.

Existen diferentes tipos de fertilizantes dependiendo de su efecto en la planta, por ejemplo, están los fertilizantes que se disuelven en agua y luego se rocía la planta con esa mezcla, este abono se usa para el embellecimiento de las hojas.
Otro tipo de fertilizante es el granular, se aplica de una forma directa en el suelo y se debe tener precaución al manipularlo, ya que si llega a tener contacto con las hojas puede causar serios daños.
También está el abono gaseoso, en el cual se utiliza únicamente amoníaco anhidro.

Hay ciertos “vigorizantes” que sirven para incitar el crecimiento de los cultivos y las plantas, reciben el nombre de Bioactivadores y son usados cuando el tiempo no ha sido favorecedor, por ejemplo, en tiempos de sequías, plagas, heladas, abuso en el uso de plaguicidas, etc. Funciona como un complemento del abono, se puede aplicar en el suelo por medio de las raíces o por vía foliar.
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