Brujas de Que las Hay las Hay

breve relato de que si hay que creer en brujas y que la maldad si existe,y todos esos cuentos y leyendas que nos contaban nuestros abuelos son sacados de la vida real.

Gustavo Moreno
Gustavo Moreno
23 de May · 598 palabras.
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🕘 Resumen

El autor de este relato es un escéptico de todo lo que tenga que ver con supercherías y fenómenos paranormales, aunque reconoce que vive muy cerca de su suegra, lo cual no es de su agrado. Un día, escuchó un extraño ruido en la azotea de su casa y decidió investigar, subiendo a la misma con temor. Allí, se encontró con un gigantesco pájaro negro que lo paralizó al girarse para mirarlo. A pesar de que el autor no cree en brujas ni en hadas, se quedó con la duda de si se trataba de alguna clase de animal o un fenómeno sobrenatural. El misterio del extraño animal en la azotea sigue sin resolverse. En general, el relato deja a los lectores con una sensación inquietante sobre lo desconocido y lo inexplicable en la vida cotidiana.
 primero que todo debo aclarar que nunca e creído en brujas,fantasmas,duendes, espíritus ni nada que tenga que ver con supercherías o fenómenos paranormales hasta ahora,y digo hasta ahora por que hace poco me sucedió algo que me puso a dudar de mi escepticismo en lo que tiene que ver con todas estas cuestiones.
resulta que yo vivo con mi esposa y mis hijos en un tranquilo barrio de clase media,hago un paréntesis para decir que estoy de acuerdo con todos los que piensan que la suegra de uno debe vivir lo mas lejos posible de donde vive uno,lamentablemente eso no me pasa a mí pues mi suegra vive en el mismo barrio donde nosotros vivimos,y no solo en el mismo barrio,sino a unas pocas casas de distancia de nuestra casa.
yo había oído muchas historias de brujas,que se le aparecían a la gente y tenían la habilidad de convertirse en cualquier animal,unas veces en gato y de color negro o en chulo que es como le decimos en Colombia al gallinazo o zopilote,tambien se podían transformar en perro o en mariposa,y tambien había oído la historia y les confieso que me pareció ridícula que cuando a uno se le apareciera una bruja para ahuyentarla y desterrarla uno debía decir en voz alta y acompañadas de algunas groserías- váyase bruja maldita y mañana regrese por sal,ese era el conjuro que uno debía repetir y dicen que al otro día la persona que llegaba a nuestra casa bien temprano a pedirnos que le regaláramos un poquito de sal era la bruja que habíamos espantado la noche anterior,pues resulta que una noche me despertó un extraño ruido,se sentía como un aleteo en la azotea y como si alguien estuviera rasguñando el techo,miré el reloj y eran las dos de la mañana se me hizo raro ya que a esa hora la mayoría de aves están durmiendo,pensé que de pronto podía ser una lechuza o un búho,intrigado por saber que clase de animal era el que producía semejante ruido me subí a la azotea con algo de miedo,cuando abrí la puerta quedé petrificado en toda la esquina del techo de la casa esteba de espaldas un gigantesco pájaro negro,cuándo se dio vuelta me di cuenta que tenía unos aterradores ojos rojos y un largo y filoso pico en forma de gancho,sus largas patas terminaban en unas filosas y grandes garras negras,del susto me quedé mudo pero reaccioné y me acordé de la historia que había oído para espantar a las brujas y armándome de valor le grité al infernal pajarraco la frase que había oído-fuera largo de aquí animal del demonio y mañana vuelva por sal,a los pocos segundos de haber dicho esto es oyó un horrible chillido y el pájaro,bruja o lo que haya sido desapareció se desvaneció como por encanto, después de eso no sé a que horas me pude quedar dormido.
lo cierto es que lo que me despertó fue el el timbré de la puerta,miré el reloj y eran las 5 de la mañana,no me imaginé quien podría ser y quien querría algo a esa hora de la mañana,cuando abrí la puerta me sorprendió ver a mi suegra vestida toda de negro parada en la puerta y con un pocillo en la mano,sin saludarme me dijo-yerno no tiene una tacita de sal que me regale? la que tenía me la gasté toda anoche,le dí la sal sin decir una sola palabra, después de cerrar la puerta me quedé pensando en el pajarraco de esa noche,lo único que sentí fue un horrible escalofrió en todo el cuerpo.

 gusmorpi

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