Decoración de Mesa para Bodas

La decoración en un hotel donde se celebre una boda puede ser romántica y cálida, original, divertida o todo eso a la vez.

Francisco García
Francisco García
26 de August · 402 palabras.
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🕘 Resumen

La decoración de una boda es clave para crear un ambiente especial y único en este tipo de celebraciones. La elección del color de los manteles es fundamental y aunque la tradición indica que el blanco es el color predilecto, otros colores como el rojo y el verde pueden ser una buena opción siempre y cuando se utilicen de forma equilibrada. El centro de mesa es otro de los elementos importantes en la decoración y es fundamental que acompañe al resto de la decoración de la boda en estética y temática. La originalidad y la creatividad son bienvenidas en la decoración de la mesa, y técnicas como el origami pueden ser una forma de darle un toque especial y oriental. En definitiva, la decoración de una boda no tiene por qué ser siempre sobria y fría, ya que se puede lograr un ambiente romántico, divertido e incluso original con la elección adecuada de colores y detalles.
Una boda es algo único en la vida, algo que todas las parejas desean que ocurra sólo una vez o varias veces en la celebración de sus bodas de plata, oro, etc. Por eso hay que intentar que todo resulte perfecto y esté a gusto no sólo de los invitados, sino sobre todo de los auténticos protagonistas de la fiesta: los novios.

Una decoración elegante no está reñida con un poco de informalidad. No es necesario que la decoración sea siempre sobria y fría, aunque es algo que muchas parejas prefieren. La decoración en un hotel donde se celebre una boda puede ser romántica y cálida, original, divertida o todo eso a la vez. Para empezar, es fundamental elegir el color de los manteles. La tradición marca el blanco como el color predilecto, algo que tiene mucha lógica, ya que es un color inmaculado y neutro que casa a la perfección con el vestido de la novia y con el resto de la decoración, sea cual sea su estilo. Utilizar otros colores más cálidos como el rojo y el carmesí también puede ser una buena idea, aunque hay que tener cuidado ya que el conjunto podría acabar pareciéndose demasiado al de una comida Navideña. El verde en sus distintos tonos es un color muy alegre, pero también hay que procurar evitar un verde demasiado intenso para que las mesas no acaben pareciendo las de un billar o las de una partida de póker.

Según el estilo y la temática de la boda (si es que se ha elegido una), el siguient paso fundamental es escoger el centro de mesa adecuado. Es importante que los centros de mesa acompañen en su estética al resto de la decoración de la boda, desde las mesas y las sillas hasta las invitaciones o el diseño de los souvenir que se vayan a entregar a los invitados. No siempre es posible conseguir la unidad estética de todo esto, pero hay que conseguir que todo tenga la mayor coherencia interna posible.

Si quieres darle a tu mesa un toque original y oriental, el origami puede ser la respuesta a tus deseos. Se trata de un arte milenario japonés que consiste en crear figuras bellas y elaboradas a través de dobleces realizados en hojas de papel. Puedes contratar los servicios de estas técnicas en algunas floristerías y tiendas especializadas en decoración.

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