Cómo Cultivar la Generosidad

Así como hace poco compartí con mis lectores algunas ideas y reflexiones sobre como cultivar la humanidad en las personas esta vez quiero referirme al no menos importante concepto de generosidad. Es un placer muy grande compartir con ustedes estos cinco consejos basados en el buen vivir buscando en ustedes lectores provocar una vez más cambios positivos.

Ing. Anibal Revollo
Ing. Anibal Revollo
16 de December · 1200 palabras.
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🕘 Resumen

La generosidad es a menudo malinterpretada como un acto exclusivo de la riqueza material, especialmente en términos de dinero. Sin embargo, la generosidad puede manifestarse de muchas maneras, como en el afecto que se brinda, el tiempo que se dedica y la escucha desinteresada a los demás. La generosidad también está estrechamente relacionada con el egoísmo, y aunque hay personas a las que les cuesta hacer algo desinteresado por los demás, hay otras que están siempre dispuestas a ayudar. Lo importante es encontrar una forma de equilibrio entre la generosidad y el egoísmo, y vivir impulsados por el deseo de ayudar sin esperar nada a cambio. La generosidad no es sólo hacer grandes y heroicos actos, sino también pequeños gestos nobles y desinteresados de ayuda que pueden tener un gran impacto. En resumen, ser generoso es actuar por igual con todos sin excepción y no esperar felicitaciones o favores a cambio. Es importante recordar que dar abre las puertas para recibir.
El concepto de generosidad esta en muchos casos erróneamente asociado a la riqueza material y específicamente al dinero. Es raro escuchar que alguna persona se refiera a alguien como generosa en afecto, en el tiempo de atención que nos dedica o  generosa  escuchándonos. La generosidad tiene mucho que ver con el egoísmo ya que existen personas que les cuesta mucho realizar algo en forma desinteresada por los demás ya que se consideran utilizadas o aprovechadas. También hay otras que dejan lo que estén haciendo para acudir a ayudar a otros. La diferencia esta en que algunos creen que el tiempo dedicado a otros es una perdida y no una ganancia.
Los actos de generosidad tampoco tienen que ser grandes o heroicos sino pueden ser gestos nobles y hasta silenciosos de ayuda desinteresada.  Se trata de utilizar nuestro sentido común y vivir el impulso de ayudar y actuar equilibradamente entre una dosis no exagerada de generosidad y de egoísmo. Entre las millones de lecturas que podemos encontrar en internet sobre la generosidad todas se refieren a dar sin esperar nada a cambio y agrego además que no es esperar felicitaciones o favores a cambio como generalmente sucede. No es generosa la persona que actúa generoso con unos y no con todos. Específicamente me refiero a que quizás haya alguien que usted conozca, que aunque tenga mucho dinero, capacidades e irradie seguridad plena en un momento dado requiera de aprecio, reconocimiento, agradecimiento o palabras de aliento que le ayuden a seguir adelante.  Ser generoso es actuar por igual con todos sin excepción.
1.-  Reflexione sobre aquello que es indispensable en su vida.   Muchas veces no nos percatamos de que tenemos más cosas de las que necesitamos para vivir y creemos que acumulando objetos y riqueza viviremos mejor y  más años. Revisemos que es lo que en realidad nos es indispensable y nos hace felices. No pensemos en acumular y preparémonos mentalmente para compartir. Recuerde que dar abre las puertas para recibir. A algunas personas les cuesta mucho compartir algo material, un objeto, un recuerdo o una pertenencia así que comience por compartir su alegría con alguien, compartir su tiempo ayudando a alguna persona que lo requiera, escuche a alguien con mas detenimiento que de costumbre y estoy seguro de que se sorprenderá de las cosas que percibirá. 
2.- Sea tan agradecido al dar como al recibir. Generalmente cuando recibimos un obsequio nos alegramos y reflejamos muchas veces emoción ante las personas, pero cuando damos a veces no lo hacemos con el mismo entusiasmo o emoción. Practique imaginando que algo que usted esta dando es darse algo a usted mismo. Saque de su mente la posibilidad que alguien se esta aprovechando de usted. Comparta algo que para usted tenga valor, no comparta algo porque le sobre meramente y agradezca la oportunidad que tiene de beneficiar a otro. Busque en todo momento observar las necesidades de los demás, bien sean materiales o emocionales. No es generoso el que le esta dando a usted lo que le corresponde por su trabajo, esfuerzo o por un favor recibido.  No olvide que es diferente ser generoso a reconocer lo que es de otros por obligación.  Al ser agradecido por dar como por  recibir usted se sentirá muy bien por haber encontrado la oportunidad de ayudar. 
3.- Generosidad es más que dinero.  La generosidad no es solo dinero sino respeto, afecto, tolerancia, comprensión en su momento y  medida  adecuada. ¿Cómo sabremos la medida adecuada?  Ante todo debemos comprender qué consecuencias podría tener nuestra ayuda sobre los demás. Utilizar nuestro sentido común es suficiente y si nos equivocamos debemos corregir bajo la premisa de aprender de nuestros errores. A veces sin darnos cuenta nos negamos la posibilidad de compartir o ayudar  por no estar de acuerdo o por no aceptar algo que vaya en contra de nuestras creencias, religión o costumbres. Esto a veces es una barrera que no nos permite ser generosos. Como mencioné al principio de este artículo no es justo ser generoso con algunos y no con todos.  Practique imaginando qué  impresiones y reacciones causaría una misma acción generosa en diferentes personas, estoy seguro que diferentes pero en el fondo será el mismo efecto multiplicador de hacer el bien. Usted puede ser generoso con un desposeído de igual manera que lo puede ser con una persona llena de riquezas y habilidades. Ser generoso también es brindar un consejo sincero, una acción de aceptación y como reza el dicho: no se trata de dar el pez sino de enseñar a pescar.
4.-  Hacer de la generosidad un hábito.   Siempre menciono en mis artículos que hay que agradecer  a Dios o a la vida ser el  protagonista de cada nuevo  episodio de su propia película. Hacer de la generosidad un hábito es postularse para los Academy awards. Practique a diario un acto de generosidad, no parezca generoso sino por el contrario sea generoso, no lo haga por compasión o por calmar algún sentimiento de culpa por algún acto de egoísmo desmedido hágalo porque esta seguro de que hace el bien. Para facilitarse las cosas evalué si usted ve en los demás las cosas positivas que ellos tienen y repítalas, pregúntese si usted escucha con paciencia y si siente que no lo hace trate de concentrarse en  ver a los ojos de quien le habla y ponga el teléfono celular de un lado por un momento. Piense en lo que usted hace a diario por el beneficio de los demás. Revise si todos sus actos son éticos y si hay algo que le genere dudas examine como corregirlo. Practique ante todo no juzgar a nadie o al menos inténtelo por una hora del día y luego extienda este ejercicio. Pregúntese si  practica siempre lo que dice que hace y si no puede practique el silencio, a veces es mejor callar para escuchar a los demás y a uno mismo. Probablemente este sea uno de los consejos más difíciles de poner en práctica pero estoy seguro de que usted si puede hacerlo.  
5.- Comparta sus conocimientos y habilidades con otros.  Después de una difícil siempre viene una sencilla. La mejor forma de ser generoso es compartir lo que sabemos con los demás.  Muchas veces tenemos habilidades que nosotros mismos no creemos son importantes pero pueden ser muy útiles para otras personas. Aproveche sus destrezas para ayudar y sea generoso con ellas. Siga aprendiendo nuevas cosas pero esta vez pensando en el beneficio de los demás como en el suyo propio. A parte de ampliar sus conocimientos le ayudará a ver otros puntos de vista sobre los problemas y soluciones. Recuerde que sus acciones generosas desencadenarán otras acciones similares para ayudar  y disminuirán la apatía o ceguera ante los problemas que aquejan a otros. Recuerde  la enorme posibilidad que tenemos los seres humanos para compartir cualquier cosa que queramos. Busque dar constante y sostenidamente lo mejor de si. Es importante que nos demos cuenta de que la generosidad hay que cultivarla y eso se logra practicando.
Finalmente me despido invitándoles a trabajar en estos cinco consejos con optimismo y con la certeza de que usted puede ser eslabón de una enorme cadena de generosidad.

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