Deduccion de Erotismo y Pornografia Siglo Xix
El primer problema con el que nos encontramos es la propia definición de lo que podemos entender por erotismo y por pornografía. Si además a este problema le añadimos el hecho de que estas nociones son mudables a lo largo de la historia, nos encontramos con una seria dificultad en su definición.
Pepe G
26 de August · 644 palabras.
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馃晿 Resumen
El artículo aborda el problema conceptual de la definición de erotismo y pornografía en diferentes épocas de la historia española. La evolución de estas nociones dificulta su definición y estudio. Una herramienta para clasificar imágenes de desnudos en el siglo XIX es la presencia o ausencia de sexo explícito en las ilustraciones, pero no es infalible. Además, se hace una distinción entre publicaciones legales y clandestinas en ese siglo. Las primeras contienen nombres de autores y fechas impresos, mientras que las últimas no pasaban por censura y se comercializaban en el mercado negro de la época. El problema de conservación también es crucial, ya que muchas publicaciones han desaparecido o han sido objeto de destrucción. En conclusión, la definición de erotismo y pornografía sigue siendo un problema conceptual y ha evolucionado a lo largo de la historia, siendo importante tener en cuenta las diferentes aplicaciones prácticas en cada período. La conservación de estas obras históricas también es importante para estudios futuros.Un librero de viejo me coment贸 una vez que 茅l solucionaba este problema metaf铆sico mirando las ilustraciones. Si en la ilustraci贸n el hombre aparec铆a con el sexo erecto o la mujer con las piernas abiertas mostrando el sexo consideraba que se trataba de pornograf铆a, en cambio el resto de ilustraciones de desnudos que no se adaptaban a esta premisa las consideraba er贸ticas. Es una simplificaci贸n general que, a pesar de todo, nos sirve para el siglo XIX y tiene sus aplicaciones pr谩cticas para la clasificaci贸n de im谩genes. Si los protagonistas de la ilustraci贸n aparecen en plena lidia sexual entonces es claramente pornogr谩fica, sin lugar a dudas.
En el caso de la ilustraci贸n de tem谩tica m谩s o menos sexual del siglo XIX debemos distinguir entre publicaciones legales y clandestinas para llegar a comprender lo que en aquella 茅poca se consideraba erotismo o pornograf铆a y marcar esta delicada frontera, aplicable s贸lo para el todo el siglo XIX y hasta finales del franquismo. Las legales (con pie de imprenta y autor铆a firmada) son las que las autoridades consideraban que estaban en los l铆mites de la decencia, mientras que las clandestinas son aquellas que no pod铆an pasar censura de ning煤n tipo y que los mismos editores ya no presentaban para la revisi贸n de las autoridades y se dirig铆an directamente hacia el comercio ilegal. Estas 煤ltimas o no tienen pie de imprenta o es ficticio con nombres imposibles, sin fecha y ap贸crifas o directamente an贸nimas.
Un problema distinto, y no menor, es la conservaci贸n o desaparici贸n del material er贸tico y pornogr谩fico. Hay que pensar que para que un material de este tipo y de esta 茅poca haya podido sobrevivir ha tenido que pasar como m铆nimo por cuatro o cinco generaciones de herederos que lo han salvado de la quema del esc谩ndalo de la moralidad o sencillamente de la destrucci贸n por ser material obsoleto y anticuado, ausente de cualquier utilidad. S贸lo la curiosidad puntual de algunas personas de diversas generaciones ha permitido salvaguardar algunos de estos ejemplares con ilustraciones er贸ticas a lo largo de m谩s de cien o doscientos a帽os, con los m谩s que probables traslados de domicilio 鈥揷uando se aprovecha para hacer limpieza de lo que ya no sirve- y de periodos de represi贸n m谩s o menos intensa sobre todo contenido con carga sexual.
Si el material no se encuentra en instituciones p煤blicas, 驴d贸nde se halla? La respuesta es 煤nicamente en el coleccionismo privado. Si bien es cierto que los coleccionistas actuales pueden salvaguardar esos ejemplares por ser aut茅nticas rarezas y/o por morbosidad bibli贸fila, tambi茅n es cierto que a veces el celo con que los guardan impide o dificulta seriamente el acceso a los historiadores. Muy pocos coleccionistas han abierto sus puertas a la investigaci贸n pero a pesar de ello, y no todo han de ser malas noticias, recientemente la publicaci贸n del libro de Jean-Louis Guere帽a titulado Un infierno espa帽ol. Un ensayo de bibliograf铆a de publicaciones er贸ticas espa帽olas clandestinas (1812-1939) ha llevado un poco de luz a este tema hasta ahora proscrito en cualquier estudio sociol贸gico referente al siglo XIX. La publicaci贸n de este indispensable texto, que incluye la catalogaci贸n de m谩s de doscientos libros clandestinos, viene acompa帽ada de un buen n煤mero de ilustraciones in茅ditas que pueden ayudar en la investigaci贸n de este campo de estudio escasamente labrado.
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