El Chocolate Ecológico

No hay nada mejor que hablar de las propiedades del chocolate. Pero cuidado! Recomendamos el consumo de chocolate ecológico, porque la diferencia de un chocolate convencional con uno ecológico no sólo radica en el sabor, también en las propiedades nutricionales y en el impacto ambiental y social.

Maria Laura Perez
Maria Laura Perez
24 de May · 864 palabras.
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🕘 Resumen

El chocolate ecológico es una buena fuente de nutrientes debido a su alto contenido de ácidos grasos esenciales, minerales, fibra, vitamina B9 y bioflavonoides. También contiene teobromina, una sustancia que estimula el sistema nervioso central y otras sustancias fitoquímicas que regulan el estado anímico. Contrariamente a lo que mucha gente cree, el buen chocolate, consumido con moderación, es beneficioso para la circulación, el corazón, la tensión arterial y el estado de ánimo. El chocolate fue valorado como alimento por primera vez por los mayas hace más de dos mil años, quienes tostaban y molían las semillas del cacao y las mezclaban con especias como la canela, la pimienta o la vainilla para obtener una bebida amarga y energética. El chocolate convencional, por otro lado, está diseñado para ser dulce al paladar y no se preocupa tanto por la salud del consumidor. Los grandes fabricantes de chocolate utilizan azúcares refinados y eliminan los bioflavonoides naturales presentes en el cacao, que son ricos en antioxidantes y le dan el sabor amargo al chocolate. En conclusión, el chocolate ecológico es una opción saludable y nutritiva, mientras que el chocolate convencional debe consumirse con moderación debido a su alto contenido de azúcares refinados.
¿Cómo podemos saber la calidad de un buen chocolate?

Sólo hace falta leer la etiqueta. Los ingredientes principales que tenemos que encontrar son pasta de cacao, manteca de cacao, azúcar de raspadura y de procedencia ecológica.

Un placer muy rico en nutrientes

Entre las propiedades nutricionales del chocolate ecológico destacamos que contiene muchos ácidos grasos esenciales, que es muy rico en minerales (sobre todo hierro y magnesio), en fibra, en ácido fólico (vitamina B9) y en bioflavonoides. También contiene teobromina, una sustancia que estimula el sistema nervioso central, y otras sustancias fitoquímicas que tienen una actividad reguladora del estado anímico. Al contrario de lo que la gente cree, el buen chocolate, y consumido con mesura, va bien para la circulación, el corazón, la tensión arterial y el estado de ánimo.

Hace más de dos mil años, los mayas fueron los primeros en cultivar el cacao y conferirle un gran valor como alimento. En aquella época, tostaban y molían las semillas del cacao, las mezclaban y añadían especias como la canela, la pimienta o la vainilla, con lo cual obtenían una bebida amarga, de sabor fuerte pero a la vez muy energética. Llamaba tchocolath "(tchoco, amargo ′, y ath,′ agua ′) y estaba destinada a los soldados y los altos cargos, aunque también se tomaba en grandes eventos como fiestas y rituales.

El chocolate convencional, muy diferente del ecológico

Los grandes fabricantes de chocolate convencional buscan obtener un producto dulce al paladar, sin que importe mucho el hecho de conseguir un producto que realmente sea saludable. Por ello, aparte de añadir azúcar refinado, sacan parte de los bioflavonoides naturales (ricos en antioxidantes) del cacao porque son los responsables de conferirle el sabor amargo que poca gente quiere encontrar.

Falsos mitos entorno del chocolate
En realidad, los culpables de la mala fama que ha cogido el chocolate son las malas compañías, como el azúcar refinado, la leche... Entorno del chocolate encontramos mitos que tal vez es hora de poner en su sitio:
  1. El chocolate provoca caries. Lo que de verdad provoca caries es el azúcar refinado que se añade a los chocolates convencionales.
  2. El chocolate hace salir granos. En realidad son diferentes los factores que originan la aparición del acné, como por ejemplo el consumo de grasas saturadas y azúcares refinados. En el caso del chocolate depende de la calidad del producto. Un chocolate de calidad, como el chocolate biológico con azúcar de raspadura no daña la piel, porque aporta nutrientes fundamentales para la salud y no aporta las grasas saturadas y los ladrones de nutrientes que puede tener un chocolate con leche y con azúcar refinado añadido.
  3. Favorece el aumento de peso. Esto siempre dependerá de la cantidad de chocolate que se consuma y también de la calidad. Un chocolate de mala calidad va acompañado de azúcares refinados y de grasas saturadas.
Qué encontramos en un chocolate ecológico
  • Azúcar de raspadura: contiene minerales y oligoelementos.
  • Más contenido en bioflavonoides.
  • Obtenidos de forma artesanal.
  • Muchos chocolates provienen de comercio justo: un sistema comercial que ofrece a los productores unas condiciones laborales y comerciales igualitarias.
  • Cultivos ecológicos respetuosos con el medio ambiente.
Qué encontramos en un chocolate convencional
  • Azúcar blanco refinado: ladrón de nutrientes
  • Muchas veces contiene aditivos.
  • Obtenida con ingredientes de cultivos convencionales que contaminan el medio ambiente
  • La historia del cacao está tristemente vinculada con la esclavitud y la pobreza, mano de obra barata para obtener productos competitivos en el mercado.

La obtención del cacao de calidad

Cuando los frutos del cacao maduran se recogen a mano y se extraen las semillas y la sustancia que los recubre. Todo este proceso se realiza manualmente para evitar que con el calor las semillas germinen y dañen el proceso. Después, los recolectores trasladan las semillas en cestas para hacer el proceso de fermentación necesario para que salgan los principios aromáticos del cacao y se suavice el sabor amargo. Para llevar a cabo este proceso de fermentación aprovechan las hojas de los bananos para envolver las semillas y dejar que fermenten a una temperatura de 50 º C durante 5-7 días. Pasados ​​estos días, las semillas desprenden el aroma del cacao.

Finalmente se lleva a cabo el proceso de secado, que se hace al aire libre al sol o en cámaras de secado para reducir el contenido de agua. Las semillas fermentadas se colocan en cajas de madera y se remueven de vez en cuando durante aproximadamente una semana. Tras este proceso, el cacao ya está listo para ser comercializado. Una de los mejores chocolates que encontramos en el mercado son los de Rapunzel (www.biocop.es) y las de Intermón Oxfam. También encontramos otras marcas de chocolate de buena calidad. Sólo hay que ver en la envoltura el sello de comercio justo y el sello ecológico.
 Maria Laura es la autora del blog dedicado al mundo del acatering y la gastronomía LaChef

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