El éxito es Cuestión de Humanidad

Hablar de éxito es un asunto que tiene necesariamente que superar las barreras del mercantilismo, de lo material para trascender hacia valores éticos, morales y espirituales, a fin de refrescar las relaciones humanas y darle sentido al vida.

Peñuela Varila Humberto
Peñuela Varila Humberto
13 de November · 626 palabras.
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🕘 Resumen

El éxito escolar ha sido relacionado por muchos padres y la sociedad en general con la adquisición de cosas materiales, habilidades para competir y ser el más fuerte. Esto ha llevado a que los padres fijen metas a sus hijos como obtener buenas calificaciones, conseguir un buen trabajo, tener una casa propia, una buena pareja y hijos, entre otros. El éxito en la escuela es visto como sacar buenas calificaciones, obedecer a los profesores y evitar peleas con los compañeros. Sin embargo, se olvida que el éxito también se relaciona directamente con la felicidad, y no solo con la adquisición de cosas materiales. Es necesario fomentar que los niños y adolescentes comprendan que tienen derecho a ser felices y merecen serlo. Para lograrlo, deben aprender a conocerse a sí mismos y a los demás, respetar a los demás y no imponerse bajo la ley del más fuerte. Además, entender que el éxito no está en el hacer, sino en el ser, y que el éxito externo es el resultado del éxito interno. Es decir, ser un niño(a), hombre o mujer de éxito es aprender a ser una buena persona y un buen ser humano. Es importante que se fomenten en los niños y adolescentes los valores y habilidades sociales necesarios para que puedan alcanzar la felicidad y el éxito verdaderos en su vida.
 EL ÉXITO ESCOLAR ES CUESTION DE HUMANIDAD
La mayoría de la gente y en ello los padres de familia han venido relacionando éxito con tener cosas materiales, con hacer cosas, desarrollar habilidades que permitan facilitar acciones de competencia y supremacía del más fuerte. Es más en las recomendaciones que muchos padres hacen a sus hijos se fijan parámetros como los siguientes: Hay que ser alguien en la vida. Como si ya no lo fuera el niño o la niña.
Y desde esa premisa entonces los padres y las madres fijan metas a sus hijos(as), como las de:
a.- Hay que estudiar para ser alguien en la vida
b.- Si estudias; entonces vas a tener una buena profesión
c.- Van a conseguir un excelente trabajo
d.- Tener su casa propia
e.- Conseguir un buen esposo o esposa y tener hijos, para ser finalmente felices.
En el caso concreto del estudio; el éxito en la escuela se relaciona con:
a.- Sacar buenas calificaciones
b.- Obedecer a los profesores y no contestar
c.- No pelear con los compañeros
d.- No quedarse en la calle después que salga del colegio
e.- En términos sencillos, aprender a obedecer sin cuestionar.
Nadie nos ha dicho y mucho menos a los niños y las niñas; que tenemos derecho a ser felices y aún más que lo merecemos. Que estamos aquí con una misión, la de aprender amar, a deleitarse con la vida y que teniendo esa conexión con todo lo que existe, lo demás será mucho más fácil de lograr y de adquirir.
El éxito es necesario equipararlo con la felicidad, es un sinónimo de la misma y alcanzar este objetivo en la vida se logra si aprendemos entre otras cosas a:
a.- Conocernos; a sí mismos, como personas y como seres humanos. Descubrir sus cualidades y talentos, para ponerlos al servicio de su bienestar y los demás.
b.- Conocer a los demás, para aprender a respetarlos y no imponerse bajo la ley del más fuerte.
c.- Entender que el éxito no está en el hacer sino en el ser y que el éxito externo, es el resultado del éxito interno. De manera sencilla, ser un niño(a), hombre o mujer de éxito, es aprender a ser buena persona, buen ser humano.
d.- En el caso de la vida escolar, el éxito va más allá de las buenas notas, de comportarse bien, o sacar ventajas a costa del dolor, el desprecio o la manipulación de los demás.
e.- Que el éxito es cuestión de humanidad, de ser persona en términos generales.
De otro lado este éxito del que estamos hablando y más específicamente en el ámbito escolar, empieza en casa en la media que los padres se vinculen al proceso pedagógico mediante:
a.- El establecimiento de relaciones, tranquilas basadas en el dialogo, la comprensión y el respeto por el niño.
b.- La motivación, el apoyo y la no interferencia en el proceso de aprendizaje de los niños y las niñas, aceptando su ritmo de aprendizaje que es particular e individual.
c.- Un ejercicio de integración de los padres y maestros, de comunicación permanente para apoyar y facilitar, el aprendizaje, pues eso facilitará la integración y adaptabilidad de los niños(as) a la escuela.
d.- Entender que los niños y las niñas son seres muy inteligentes, y que requieren de una participación activa de los padres para lograr procesos de aprendizaje adecuados, en los que se despierte el interés del niño por aprender. Ser activo en la formación de los niños(as), no es decirle que tienen que hacer y cómo hacerlo, sino estar atentos a sus inquietudes y orientarlos para que ellos vayan buscando las respuestas desde su percepción de la realidad y no desde nuestro sentir de adultos.
HUMBERTO PEÑUELA VARILA

 

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