Infeliz Navidad

El articulo trata sobre la dificil situacion economica en España. Muchas personas, a pesar del cabio de gobierno lo pasaran muy mal esta navidad y se veran forzados a pedir ayuada a los centros de asistencia.

Alcides Pimentel Paulino
Alcides Pimentel Paulino
23 de December · 1122 palabras.
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🕘 Resumen

El artículo habla sobre cómo la crisis económica mundial ha afectado la celebración de la Navidad. En condiciones normales, esta festividad es un momento de reunión familiar, ilusión, reflexión y alegría. Sin embargo, la crisis económica ha cambiado esto radicalmente, haciendo que el apoyo moral y económico hacia nuestros seres queridos y aquellos que necesitan ayuda sea vital para superar estos duros tiempos. En países como España, la gente ha vivido por encima de sus posibilidades durante muchos años, lo que ha llevado a un aumento de los desahucios y los embargos hipotecarios, y las entidades financieras están asustadas ante el aumento de la morosidad. La falta de intervención seria en el sector de la vivienda, por parte del gobierno y la iglesia, provoca que el precio de las hipotecas y alquileres se equipare, lo que ha inducido a la gente a querer ser propietarios por el mismo precio. Durante demasiado tiempo se abusó de los préstamos, olvidando el ahorro, lo que llevó a que la gente pidiera dinero para cosas banales. En todo este idílico mundo creado por la sociedad del bienestar, la crisis económica nos ha recordado que las crisis son cíclicas en el sistema capitalista y que los años dorados no duran para siempre. En conclusión, la crisis económica ha afectado profundamente a la celebración de la Navidad, y ha dejado claro que el apoyo moral y económico hacia nuestros seres queridos y aquellos que necesitan ayuda es fundamental para superar estos tiempos difíciles. Además, la falta de planificación y de control en el sector de la vivienda ha contribuido a la crisis. La reflexión y el ahorro deben ser claves para construir una sociedad más resistente y justa.
Infeliz Navidad

En condiciones normales, la Navidad es tiempo de familia, ilusión, reflexión y alegría. Este panorama, desgraciadamente, cambiará de manera radical a causa de la crisis económica mundial. Seamos religiosos o no, el apoyo moral y económico hacia los nuestros, y hacia todo aquel que podamos ayudar resultará vital para superar los duros tiempos que corren.

Durante muchos años en países como España la gente ha vivido por encima de sus posibilidades. Desgraciadamente, los excesos se pagan. En España y en muchos otros países, los desahucios y los embargos hipotecarios se incrementarán. Las entidades financieras están asustadas ante el aumento de la morosidad. Durante mucho tiempo, a los diferentes gobiernos de derecha o izquierda, se les ha escapado el control del sector de la construcción. Si bien el sector inmobiliario está sometido al libre mercado, también lo es que la vivienda se considera un derecho universal. Pero amigos, con la Iglesia hemos topado.

La no intervención seriamente en el sector de la vivienda provocó que hipotecas y alquileres se equiparasen induciendo a la población a querer ser propietarios por el mismo precio. La fugaz crisis de los noventa en España, unida a la facilidad para adquirir un préstamo hizo creer, sobre todo a la clase media, que lo normal es deber a los bancos. Durante demasiado tiempo se abusó tanto de los préstamos, olvidando el ahorro, que demasiada gente pedía dinero para cosas banales: irse de vacaciones, comprar un coche mejor, hacer reformas innecesarias en casa, etc., etc., etc.

Se llegó a un punto, que incluso el banco te animaba a pedir préstamos más altos de lo necesario. Total si voy a deber dinero toda la vida y lo pagaré poco a poco, ¿por qué no? En todo este idílico mundo creado por la sociedad del bienestar a casi todos se nos olvidó que las crisis económicas son cíclicas en el sistema capitalista, y que por tanto los años dorados no durarían para siempre. A pocos se nos pasó por la cabeza la idea de que nos podíamos quedar sin trabajo algún día, y por tanto sufrir una reducción en nuestros ingresos.

Mejorar nuestro nivel de vida o progresar lo tenemos asumido como normal, en cambio nos cuesta mucho renunciar a privilegios que nos hagan más ameno el duro día a día. En España, existen unos 11 millones de personas que viven con menos de 500 euros al mes, muchos de los cuales se han visto obligados a recurrir a los comedores de Cáritas y a los bancos de alimentos. Conviene no olvidar que estamos hablando de un país desarrollado.

Pensar que existen en España, más de cinco millones de parados es algo terrible, pero es más duro aún ver "in situ" las largas colas que se forman en los centros de Cáritas y en los comedores sociales. Solo en Barcelona, esta organización ha experimentado un incremento de asistidos del 5% durante este año. Hace pocos años, la gran mayoría de las personas que buscaban entre la basura, eran indigentes y okupas. Hoy día, es relativamente normal, ver a ciudadanos comunes, nacionales y extranjeros, buscando entre la basura.

Diversos estudios señalan que el paro podría subir hasta el 23% en el 2012. Según el Banco de España, la tasa de morosidad ha superado el 7%. Esto quiere decir que empresas y particulares acumulan más de 131.900 millones de euros con más de tres meses de retraso. A pesar del cambio de gobierno, la prima de riesgo española, continuará aumentando según las agencias de calificación Standard & Poor′s, Moody′s y Fitch. Del mismo modo, los impagos se han incrementado tanto durante los dos últimos años, que los bancos españoles, por ejemplo, ganarán un 15,4% menos en este 2011.

Como siempre ocurre durante las crisis económicas, los recelos hacia los inmigrantes se incrementan. De momento, un estudio parece indicar que no hemos llegado a ese nivel, aunque la mayoría de la gente en los países ricos ven pocas cosas positivas en el fenómeno migratorio. Para la mayoría de la población hay demasiados inmigrantes y se cree que una gran parte de ellos son ilegales.

En España, los inmigrantes enviaron a sus países de origen remesas por valor de 7.198 millones de euros durante el 2010. Durante este 2011 las remesas se han reducido de manera considerable como consecuencia de la crisis económica. Es evidente que en una economía globalizada como la actual, se verán también directamente afectados los países receptores. Cuando las cosas van mal la prioridad es sobrevivir. No es el fin del mundo. Pasar una Navidad más austeras será duro para mucha gente, pero hay que ser positivos y pensar que todo pasa en esta vida y que vendrán tiempos mejores.

A nivel estatal, la deuda de todas las administraciones públicas españolas, equivale al 66% del PIB, es decir, 706.000 millones de euros a 30 de septiembre de este año. A pesar de que el margen de maniobra es muy corto, se espera para los próximos meses una subida de impuestos. Se especula que el IVA (18%), uno de los más bajos de Europa, sea el primero de ellos. Aunque se plantea crear otros nuevos como una tasa turística. Es muy posible que otros impuestos ya existentes como el de sociedades sean incrementados.

No es lógico que la crisis financiera internacional la paguen los ciudadanos. En el sistema capitalista todas las empresas privadas representan un riesgo para sus propietarios, por ello tanto si se pierde o se gana, hay que asumir dichos riesgos. Cuando una empresa privada obtiene beneficios está en su derecho de hacer con ellos lo que desee oportuno, por tanto cuando pierde dinero o quiebra debe cerrar o buscar nuevas fórmulas para continuar con su actividad, sin recurrir en ningún caso a la ayuda pública. Como en la naturaleza, en un sistema competitivo como el actual, cuando una empresa desaparece, otra inmediatamente ocupa su nicho de mercado.

Hemos creado una sociedad "ultramaterialista" con escasos valores morales, lo que nos impulsa a la mayoría hacia una insatisfacción continua. No quiero ser abogado del Diablo, pero ante el oscuro panorama que se nos avecina durante los próximos años y a partir de esta misma Navidad, el índice de suicidios y violencia de género se verá fuertemente incrementado. Como todos sabemos, cuando la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana. Espero equivocarme en mis predicciones, aunque los datos indiquen todo lo contrario.

A pesar de todo el pesimismo expresado, les deseo a todos una Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.

Alcides Pimentel Paulino

Alcides Pimentel Paulino

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