La Facturación Electrónica, tu Arma para Ser Más Eficiente.
La facturación electrónica es una de las formas con las que se pretende evitar los tediosos procesos burocráticos ante el fisco nacional.
Samuel Sanchez
24 de January · 387 palabras.
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🕘 Resumen
La facturación electrónica es una forma de evitar procesos burocráticos con el fisco nacional y el CFDI es el comprobante digital que se utiliza para ello. Sin embargo, el uso de esta tecnología aún es nuevo para muchos y pueden surgir problemas, como el rechazo del CFDI de las empresas. Esto puede ocurrir si la persona física o jurídica no está inscrita en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC), especialmente en el caso de nuevas corporaciones que se han saltado este paso. Otro problema común es la falta de vigencia del Certificado de Sello Digital (CSD) que es expedido por el SAT. La FIEL, firma electrónica avanzada, puede confundirse con el CSD en el comprobante fiscal digital de internet y esto puede llevar al rechazo del documento. Para evitar estos problemas, es importante revisar las claves públicas y secretas, la contraseña y la vigencia del CSD y tener en cuenta que los CFDI son los comprobantes fiscales. No existe ya la factura de papel desde 2012 por lo que arreglar los problemas burocráticos puede ser difícil.Uno de los principales problemas que se da entre los usuarios es que el CFDI de las empresas sea rechazado. Es entonces cuando tenemos que revisar que verdaderamente nuestra persona, física o jurídica, se encuentra inscrita en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC). Esto puede pasar sobre todo a las nuevas corporaciones que, sin querer, se hayan saltado este paso.
Otro punto importante es que el Sello digital no coincida con el CSD del contribuyente. Bajo esas tres siglas aparece el Certificado de Sello Digital que es expedido por el SAT y que señala ante la sociedad la unión que existe entre el contribuyente y su clave pública. Como cada uno es único, el CDS legitima ante el resto a la persona.El CDS está compuesto por tres aspectos: dos claves, la citada pública y una secreta, y un password.
Un problema que suele ocurrir es no tenerlo, pero el otro es que haya caducado. La vigencia de este documento es de dos años, por lo que hay que estar atento para poder renovarlo. No hay que olvidar que los CFDI son los comprobantes fiscales y desde 2012 ya no existe la factura de papel por lo que será dificultoso arreglar este problema burocrático.
Otra cuestión que se da a menudo es confundir la FIEL, la firma electrónica avanzada, con el CSD. Si intentamos poner la primera en vez de la segunda en un comprobante fiscal digital de internet, probablemente será rechazado.
Con estos consejos olvidarás tener problemas a la hora de tener un CFDI legal y correcto.
Samuel Noriega tiene mas de 8 años de experiencia ayudando a compañias multinacionales a posicionar sus sitios en línea y generarles campañas exitosas de marketing online.
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