Prácticas Empresariales: Beneficio para Todos
Mucho se habla de la necesidad de que las universidades , las empresas y las entidades estatales trabajen en equipo para mejorar la calidad de los profesionales colombianos.
Alejandra Villegas
10 de January · 536 palabras.
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🕘 Resumen
Michael Porter, reconocido profesor de Harvard en temas de competitividad, asegura que la colaboración estrecha entre el sector público, el sector privado y la academia es crucial para desarrollar ventajas comparativas sostenibles a largo plazo en profesionales colombianos. Una forma efectiva de aplicar esta recomendación es a través del mecanismo de las prácticas profesionales o prácticas empresariales, que permite la colaboración y mutuo aprendizaje entre empresas, entidades y estudiantes. Sin embargo, todas las partes involucradas deben hacer bien su parte. Las empresas y entidades no deben ver la experiencia como un favor o una oportunidad para conseguir empleados temporales a bajo costo, mientras que los estudiantes no deben pensar en las prácticas como un formalismo para obtener su título o un signo de dinero. Las prácticas deben ser una relación seria, organizada y bien planificada en la que las empresas diseñen funciones específicas para los estudiantes y les brinden una buena inducción. Además, los mentores de los estudiantes deben guiar adecuadamente a los jóvenes en su primer trabajo, definiendo bien sus objetivos, brindando retroalimentación y dedicándoles tiempo para resolver sus dudas. Una buena práctica empresarial puede convertirse en una excelente herramienta de selección y entrenamiento para la empresa o entidad. Es fundamental que los estudiantes asuman la práctica profesional como una oportunidad para seguir aprendiendo.Una de las maneras más sencillas – y de mayor impacto- para aplicar esta recomendación es el mecanismo de las prácticas profesionales o prácticas empresariales. Es una forma de colaboración y de aprendizaje mutuo en la que todos – empresas, entidades, estudiantes – ponen, y todos ganan.
Pero todos deben hacer bien su parte. Las empresas y entidades no deben ver esta experiencia ni como un favor que le hacen a los estudiantes ni como una oportunidad para conseguir empleados para trabajos temporales a bajo costo. Y los estudiantes no deben pensar en las prácticas profesionales simplemente como un formalismo para poder graduarse o como un signo pesos. Para todos debe ser una relación seria, organizada, bien planeada.
¿Qué características deben entonces tener estas prácticas profesionales para que sean realmente enriquecedoras?. Las empresas y entidades tienen que diseñar funciones específicas que los estudiantes deben desempeñar.
Hay que ofrecerles a los practicantes una buena inducción. Y sus supervisores tienen que asumir el papel de mentores de los jóvenes; es decir, deben estar pendientes de guiar adecuadamente a los jóvenes en su primer trabajo para estudiantes -definiendo bien sus objetivos, faciltándoles recursos, dándoles frecuentes retroalimentación, dedicándoles tiempo para resolver a sus dudas. Pero no sólo el estudiante gana; una buena práctica empresarial puede convertirse en una excelente herramienta de selección y entrenamiento para la empresa o entidad.
En cuanto a los estudiantes, es fundamental que asuman la práctica profesional como una manera de seguir aprendiendo – ya no desde la perspectiva teórica, sino aplicando sus conocimientos y habilidades, para esto deben tener en cuenta ciertos factores como un vestuario adecuado, la puntualidad, entre otras. Es indispensable que la universidad facilite ese aprendizaje evitando excesivas cargas académicas- clases, investigaciones, proyectos – que compliquen la vivencia plena de la práctica. La universidad debe monitorear su buen desarrollo – tanto con la empresa o entidad como con el estudiante. Sin embargo, el factor clave del éxito del programa es la actitud positiva del estudiante frente a ésta gran oportunidad de aprender haciendo.
Muchas empresas acogen y fomentan las prácticas profesionales como mecanismo para fortalecer los conocimientos adquiridos durante el tiempo en la universidad, entre estas encontramos el SENA, entidad que tiene una gran cantidad de convenios con empresas para vincular a los estudiantes que egresan de esta institución.
La transición del mundo académico al mundo laboral es una etapa crucial. Las prácticas profesionales son un estupendo "puente" para que esa migración sea interesante, fácil, exenta de traumas. Esto redundará en beneficio de los jóvenes profesionales, lo cual a su vez mejorará la productividad laboral de las empresas y entidades de nuestro país. Así Colombia podrá elevar su competitividad.
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