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Ruido en Oídos: Explicaciones Que No Conseguirás en Otro Lado

Los diuréticos por su parte solo causan ototoxicidad en dosis elevadas, se producen en la mayoría de los casos en los que hay interacción con otros fármacos que también causan ototoxicidad.

Francisco Santoro
Francisco Santoro
13 de February · 359 palabras.
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🕘 Resumen

Algunos medicamentos pueden causar acúfenos o ruidos en los oídos, especialmente en personas que ya padecen de esta afección. Estos medicamentos se denominan fármacos ototóxicos y pueden provocar toxicidad en la cóclea, lo que se manifiesta a través de acúfenos, dolor de oído y pérdida de la audición. La toxicidad vestibular es más fácil de diagnosticar, ya que se producen mareos, nistagmus y ataxia. Desde 1944 se reportaron los primeros casos de ototoxicidad causada por la introducción de la estreptomicina para tratar la tuberculosis. Los antibióticos aminoglucósidos también pueden causar ototoxicidad, al igual que los antineoplásicos, como los derivados del platino, salicilatos y quinina. La ototoxicidad asociada a estos medicamentos puede revertirse en algunos casos. Los diuréticos solo causan ototoxicidad en dosis elevadas y la interacción con otros medicamentos que también causan ototoxicidad puede aumentar el riesgo. La quinina puede causar ototoxicidad permanente, especialmente en dosis elevadas, lo que puede tener secuelas. Por esta razón, es importante que los profesionales médicos informen a los pacientes sobre los posibles efectos adversos de la medicación prescrita y los posibles daños irreversibles que pueden provocar en caso de administraciones inadecuadas.
Hay múltiples fármacos que pueden causar ruidos en oídos (denominados también acufenos o tinnitus). Las personas que ya padecen de acufenos, podrían ver aumentada la intensidad de los zumbidos. Los medicamentos que causan trastornos en el oído son denominados fármacos ototóxicos.

La toxicidad de la cóclea se manifiesta a través de acufenos, dolor en el oído y pérdida de la audición, aunque es más fácil dar un diagnóstico para la toxicidad vestibular, ya que se producen mareos, nistagmus y ataxia.

Alrededor del año 1944 se reportaron los primeros casos de ototoxicidad, principalmente por la introducción de la estreptomicina para tratar la tuberculosis. Luego se registró ototoxicidad producida por antibióticos aminoglucósidos.

Los antineoplásicos son otro grupo de medicamentos que causan ototoxicidad, principalmente los derivados del platino, salicilatos y de la quinina. La ototoxicidad ligada a los antineoplásicos puede revertirse con éxito en los casos en que las dosis administradas hayan sido bajas. Los AINES causan trastornos otológicos que se pueden revertir si se suspende el tratamiento antes que se provoque un daño mayor.

Cuando se produce sordera asociada a la ototoxicidad por aminoglucósidos, solo la mitad de los pacientes pueden revertir los ruido en oídos.

Los diuréticos por su parte solo causan ototoxicidad en dosis elevadas, se producen en la mayoría de los casos en los que hay interacción con otros fármacos que también causan ototoxicidad.

La quinina, fármacos utilizado para tratar la malaria, puede causar ototoxicidad permanente, en algunos casos es inevitable administrar este fármacos en dosis elevadas, de manera que los pacientes que requieren de tratamiento prologando podrían tener secuelas. Los pacientes presentarán acufenos y sordera en menor grado.

Es por eso que el profesional médico debe hacer conocer los efectos adversos de la medicación prescrita, indicando que usted podría tener ciertos síntomas, advirtiendo a su vez de los posibles daños irreversibles que pueden provocarse en caso de administraciones prolongadas de fármacos ototóxicos.

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