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Sabes Aceptarte a Ti Mismo ?

Llega un momento en nuestra vida, que tenemos que aceptarnos como somos, para ello tendremos que aprender a conocernos, reconociendo nuestra conducta sin tener miedo a vernos a nosotros mismos.

Pepe G
Pepe G
14 de May · 531 palabras.
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🕘 Resumen

El artículo trata sobre la importancia de aceptarnos a nosotros mismos en la edad adulta. Para lograrlo, debemos reconocer lo que nos gusta y lo que no nos gusta de nosotros mismos y enfocarnos en lo que queremos y podemos hacer al respecto en lugar de criticarnos o compararnos. También es importante dejar de pelear contra nosotros mismos y ver lo que no nos gusta como conductas que presentamos y no como parte de nuestro ser. Para conseguirlo, es fundamental aprender a conocernos sin miedo a ver nuestra propia imagen y tomar conciencia y reconocer nuestra conducta, hábitos, pensamientos, sentimientos y tipo de personalidad. La autora sugiere hacer un ejercicio que consiste en realizar una lista de todas las relaciones que tenemos, utilizando una hoja para cada una e indicando cómo nos comportamos con cada persona en diferentes situaciones. Luego, debemos pedir a las personas que nos describan lo más ampliamente posible, tanto lo positivo como lo negativo. Una vez que se tenga toda la información, se debe revisar los resultados para trabajar en nuestras debilidades y fortalecer nuestras fortalezas. El artículo destaca que la aceptación personal es una elección personal importante para nuestra salud mental y bienestar emocional.
 Independientemente de lo que hayamos vivido durante la infancia o la adolescencia, al llegar a la edad adulta, aceptarse a uno mismo se vuelve una elección personal.
El primer paso para lograrlo, es reconocer lo que nos gusta y lo que no nos gusta de nosotros mismos y dejar de regañarnos, criticarnos, devaluarnos, compararnos, etc. y enfocándonos mejor, en lo que queremos y podemos hacer al respecto.

En segundo lugar, dejar de pelearnos con nosotros mismos por ser así, viendo lo que no nos gusta, como conductas que presentamos y no como parte de nuestro ser.
Para ello es importante aprender a conocernos, sin tener miedo de vernos a nosotros mismos.
Es tomar consciencia y reconocer tu conducta, hábitos, pensamientos, sentimientos y tipo de personalidad, sin tener miedo de verte a ti mismo.

Te sugiero que hagas el siguiente ejercicio:
Haz una lista de todas, todas tus relaciones.
Utiliza una hoja para cada una de ellas.
Una para cada una de tus amistades.
Una para cada una de tus familiares.
Y así sucesivamente, para cada una de las personas con las que te relacionas en el trabajo, en tus actividades personales, en las relacionadas con la salud, etc.

En cada una de las hojas, escribe como título el nombre de la persona con la que te relacionas y escribe como te comportas con ella cuando estas contento, enojado, triste, cuando tienes prisa, cuando están solos, con otras personas, etc.
Puedes hacerlo en diferentes días, pero una vez que termines una hoja guárdala aparte y no la vuelvas a sacar hasta que termines con todas.

Después, toma nuevamente las hojas y una por una, pregúntale a cada persona que te describa lo más ampliamente posible, tanto lo positivo como lo negativo.
Si les cuesta trabajo, haz una lista con todas las características que se te ocurran, positivas y negativas, con tres columnas, para marcar mucho, poco o nada y pídeles que las llenen de acuerdo a lo que piensan de ti.

A las personas que no les puedas pedir que te describan, contesta tú, como si fueran ellos lo que están contestando.
Una vez que tengas todas las hojas, revisa los resultados y saca tus conclusiones.
Lo más probable es que te des cuenta que:
--Vas a encontrar descripciones opuestas entre sí.
Lo que significa que la percepción y opinión de la gente es subjetiva.
Se basa más en lo que para ellos es importante que en lo que tú haces o dices.
--Tú te comportas diferente, con diferentes personas.
Por lo tanto no se puede generalizar la conducta de la gente.
Decir yo soy un enojón, es un error, porque no con todas las personas ni en todos los momentos me enojo.
--Si tus conductas varían según la persona, el momento o la ocasión, entonces no estamos hablando de tu esencia como persona, sino de hábitos, pensamientos, sentimientos, etc., aprendidos y que pueden ser sustituidos por otros.
Por lo tanto puedes aceptarte como persona, sin calificarte en tu ser, en tu esencia y calificar aquellas características que aprendiste, que no te gustan y que puedes eliminar o modificar.

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