Temor de Hablar en Público

El temor de hablar en público ataca a más número de personas de las que nos imaginamos. ¿Cuantas veces hemos presenciado el terror paralizante que invade a personas muy capacitadas, pero incapaces de trnsmitir ideas ante un público expectante? Superar los miedos con ayuda de expertos,es la clave.

Daniel Cure Pérez
24 de April · 355 palabras.

🕘 Resumen

El autor recuerda un episodio de su juventud en el que, a pesar de su entusiasmo por la política y la oratoria, se vio paralizado por el miedo al hablar en público. Después de sufrir una vergonzosa situación en una reunión de la juventud, se convenció de que no era capaz de expresarse en público y renunció a su sueño de convertirse en político. Sin embargo, encontró un folleto que decía "debes prepararte", lo que lo hizo reflexionar sobre la importancia de la preparación y el estudio. A partir de ese momento, comenzó a leer y estudiar para superar su miedo y mejorar sus habilidades de hablar en público. Hoy en día, el autor puede afirmar que ha logrado superar su miedo gracias al estudio y la preparación. En conclusión, el artículo sugiere que, para tener éxito en cualquier actividad, es esencial la preparación y el estudio constante.

Quiero iniciar este comentario recordando un episodio que marcó mi vida, cuando apenas era un adolescente inquieto y desesperadamente afanado por adentrarme en el fascinante mundo de la política, al que imaginaba como el simple escenario donde lucir mis hipotéticas capacidades oratorias ante un expectante público que me ovacionaría incesantemente, rendido ante mi verbo incendiario. Era tal el entusiasmo, que el temor de hablar en público lo consideraba apenas una lejana referencia, sólo atribuible a personas débiles y timoratas.

No obstante, el esperado momento de mi "lucimiento" llegó en el instante menos esperado, cuando, en una reunión de jóvenes, alguien me empujó un paso adelante y de inmediato me anunció como el siguiente orador en representación de las juventudes. El terror que se apoderó de mí me impidió articular palabra alguna y el murmullo burlón que salió del auditorio, lo sentí como el rugido de una fiera hambrienta que me devoraba sin piedad.

Desolado y abatido retorné a la calidez y seguridad de mi hogar, convencido, ahora sí, de mi incapacidad para expresarme en público y resignado a abandonar el proyecto de convertirme en una deslumbrante figura política. Solitario, con mis pensamientos, permanecí en silencio largas horas. De repente, providencialmente, observé un folleto sobre la mesa, al que, por alguna razón, tomé en mis manos y leí su titular: "debes prepararte". Realmente, fue un momento de inspiración. Comprendí que para tener éxito en cualquir actividad de la vida, se requería preparación. Nada es al azar.

Hoy, no podría afirmar que soy el producto de aquella imagen idealista de político deslumbrante y orador fogozo. Pero aquel folleto revelador me llevó a buscar libros, ensayos y toda clase de lecturas para preparame y conocer los métodos que los expertos recomiendan para perder el temor de hablar en público y lograr exponer pensamientos e ideas de manera coherente y convincente.ante un auditorio de cualquier tamaño. Puedo afirmar públicamente, que lo he logrado, gracias al estudio. No hay métodos milagrosos.

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