Viaje a Ucrania para Conoser Chicas del Este.

Mi balance es muy positivo, necesitaba ir allí para romper la barrera de lo virtual y poder tratar de tú a tú la mentalidad ucraniana y eslava, conocerlas en su terreno, aprender a moverme por el país, y situar en sus contexto a las mujeres eslavas.

Olesya Romanova
Olesya Romanova
23 de February · 627 palabras.
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🕘 Resumen

El autor ha estado en Kiev, Ucrania, y ha dado sus impresiones sobre el país y sus mujeres. Ha notado que no hay pobreza evidente, aunque no hay una clase media establecida. La ciudad es pintoresca y vale la pena visitarla. Los precios son asequibles para los españoles. En cuanto a la seguridad, el autor no se sintió amenazado en el centro de Kiev, sin embargo, señala que los hombres ucranianos no suelen ser elegantes y algunos son "bastante feos". Por otro lado, las mujeres ucranianas son muy presumidas y elegantes, y se nota la competencia entre ellas. El autor se sintió incómodo cuando caminaba solo por la noche y las mujeres ucranianas lo miraban fijamente. El autor concluye que su experiencia en Ucrania fue muy positiva, y que era necesaria para superar las barreras culturales.
Hola, he estado en Ucrania, en Kiev, y me gustaría explicar lo que he visto en este país.
Se que Ucrania es un país muy grande y que hay diferencias entre las diferentes regiones pero, a grandes rasgos, me he llevado una impresión del país bastante completa así como de las chicas ucranianas. Esto es todo lo vivido y pensado:

No se ve pobreza o miseria pero, evidentemente, no existe la clase media o, al menos, sólo empieza a aparecer ahora.

Kiev es muy bonita, está bien para visitar, su calle principal y sus avenidas, los parques, etc, es una ciudad interesante, merece la pena.

El nivel de precios es algo menor que en España aunque tampoco excesivamente barato, pero para un español es asequible, suficientemente atractiva en los precios.

Por la noche no tuve sensación de riesgo por el centro, no se ve ni mucha policía ni muchos carteristas, es una ciudad con, aparentemente, poca delincuencia.

En Kiev, tanto de día como, sobre todo, de noche, llama la atención que los hombres casi ninguno es elegante o con clase y, la verdad,... bastante feos... no soy gay pero sí que puedo opinar sobre la belleza masculina en si misma, sobre todo por mi trabajo. Por la calle cuesta ver un chico normal o mono, ya no digo guapo, normal y vestido correctamente, y si había alguno, por supuesto pilladísimo y con una pareja que no se separaba de él, ¡de qué manera los agarran las mujeres!

Muchas mujeres ucranianas solas, más mujeres que hombres, ellas van más elegantes, son muy presumidas, y se nota la competencia entre ellas.
Por la calle, cuando iba solo de noche, estas chicas del este tan guapas,me miraban muchísimo, era incomodísimo, no estamos acostumbrados los chicos de aquí a esto. Yo iba con ropa cara y muy elegante, creo que se notaba que era extranjero pero, era realmente embarazoso que, al caminar, levantas la mirada porque ves unas piernas interesantes... y te encuentras a 3 chicas, más o menos guapas, mirándote las tres a la cara sin soltarse las manos entre ellas, que curioso.

Mi balance es muy positivo, necesitaba ir allí para romper la barrera de lo virtual y poder tratar de tú a tú la mentalidad ucraniana y eslava, conocerlas en su terreno, aprender a moverme por el país, y situar en sus contexto a las mujeres eslavas. Está claro que la situación para ellas es tan catastrófica como para los hombres españoles, aunque por motivos diferentes, auguro que habrá muchos matrimonios entre españoles y eslavas. Algunas a cierta edad se consideran solteronas y perdidas para la causa, tienen pánico a quedarse solas de mayores, un pánico atroz, de hecho, una chica que conocí, de 35 años, mataba la soledad bebiendo y, atención a lo que voy a decir, cuando hablábamos del mundillo de la prostitución, de lo que sucede en España y otros paises sobre la trata de mujeres, ella me llegó a confesar que no tendría inconveniente en pagar por tener sexo, por supuesto, yo pensé que era una broma, pero no, dijo que sabía perfectamente que en Ucrania, a partir de los 40 años, con ella no se querría acostar nadie si no estaba casada así que, si se veía necesitada, ya había aceptado interiormente que tendrá que pagar por sexo, supongo yo que viajando a algún país exótico. No lo veo mal ni lo valoro moralmente, pero sí me ha permitido comprender el miedo que estas chicas del este tienen a hacerse mayores sin tener un hombre al lado que las proteja, les de hijos y una vida sexual y afectiva.

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